martes, 10 de diciembre de 2013

LA EXPOSICIÓN: LAS VOCES DE LA CIUDAD


Si vienes al centro de Atención al Turista Casa de Ajimez podrás visitar nuestra Exposición.
Consta de varios ámbitos diferenciados que abarcan lo más significativo de la historia de Zafra.


Recepción

En el espacio donde los visitantes son recibidos por el personal encargado de la misma, podemos encontrar una mesa iluminada con el plano de la ciudad y los edificios más destacado. En el patio,se muestra la lápida de mármol, de procedencia romana, de la que deriva el nombre de “Botica del Mármol”. La antigua bodega se ha transformado en sala de audiovisual, Las palabras de Zafra, que sirve a modo de introducción en los rasgos generales del devenir histórico de la ciudad. Junto al arranque de la escalera se encuentra la figura de Pedro de Valencia, insigne humanista y cronista que fue de Felipe III. Escalera que en su recorrido va mostrando el rostro de personajes que en diferentes momentos han dejado su impronta cultural, lúdica o popular.

Espacio I. Yo, el señor

Antes de franquear la entrada a este espacio, a la izquierda nos encontramos con la figura del que fue primer Conde de Feria, don Lorenzo II Suárez de Figueroa, verdadero impulsor de la villa al construir varios monumentos más emblemáticos: el convento de Santa Clara, el Alcázar. Edificio este último que a comienzos del siglo XVII se transformaría en Palacio, tal y como se puede apreciar en la maqueta que sobre el mismo se encuentra en el centro de la estancia. A su alrededor se muestran los distintos elementos y símbolos sobre los que se sustentaba el poder señorial.

Espacio II. La ciudad del espíritu

En ella, presidida por la pintura de San Miguel, se pone de relieve el importante papel jugado por la cultura en Zafra. Allí se puede apreciar alguno de los personajes que más han descollado y descuellan en la actualidad. Todo lo cual fue posible gracias a la feliz convivencia de las tres culturas, cuyo resultado más significativo fue la tolerancia entre las distintas comuniones. Si bien la preponderancia, como es de suponer, de la cristiana se constata en los numerosos conventos que poblaron la villa, gracias a la actuación de los mecenas, como fue el caso de doña Margarita Harrington con el convento de Santa Marina. Las nuevas ideas propiciadas por la Ilustración también encuentran su acomodo en Zafra, sobre todo en una burguesía deseosa de novedades, poder y dinero, y que se traduce de manera más palpable en los nuevos edificios que levantarán a lo largo de los años siguientes. 

Espacio III. La ciudad del comercio

En ella se pone de manifiesto el importante papel jugado por el tráfico comercial en el desarrollo de la ciudad. Las ferias y los mercaderes fueron sus principales elementos. Los productos que se intercambiaban eran diversos, tantos como circulaban en cualquier ciudad importante. Por su curiosidad se hace mención específica a los guantes, de una factura tan fina y sutil que cabían en una nuez. 

Pero, por encima de todo, sobresale la Feria de San Miguel, de cuya atracción deja constancia la pintura de Álvarez de 1847. 

Espacio IV. Tiempos modernos




Por último, en este ámbito se sintetiza, de manera muy esquemática, el transcurso de los últimos años. Se dan a conocer los hitos más importantes que han ido jalonando la formación de la ciudad actual. Una ciudad pujante que encuentra su principal riqueza en su gente, tal y como muestra el collage que preside la sala.



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